Tengo la fortuna de contar con hermosas amigas.
Como adulto, es duro hacer amigos. O al menos lo es para mí. Cuando eres mamá, y te la pasas corriendo y trabajando, queda poco tiempo para dedicárselo a la creación de una nueva relación que no sea la familia.
Pero eso me dejó pensando que cultivar nuevas amistades es como plantar flores. Y hay una gran diferencia, entre plantar una flor y un árbol frutal.
El árbol frutal es útil. Si lo riegas, lo cuidas, y le pones atención, en el futuro va a dar frutos para alimentarte. La flor no. La flor solo te da la alegría de su belleza.
Y en ese sentido, plantamos más relaciones como árboles frutales que como flores. Queremos que nos den fruto para alimentarnos: pareja, trabajo, proyectos… y no digo que esté mal. Solo digo, que necesitamos plantar más flores. Debemos cultivar amistades solo por el placer que nos causa tenerlas en nuestra vida.
Así es que, gracias a mis amigos. Gracias por ser las flores de mi vida.